La profesión docente tiene distintos desafíos y uno de ellos es que los alumnos puedan aplicar los aprendizajes adquiridos en su contexto más inmediato. Para lograrlo se echa mano de estrategias y recursos que apunten a sesiones exitosas en el aula, por ejemplo un plan de clases que contenga actividades diversificadas y significativas, un buen manejo de grupo que se refleja en la disciplina así como la interactividad entre alumnos y docentes, los materiales necesarios dentro de cada contexto, etc.
Otro desafío común en las aulas es que al verificar oralmente la comprensión del tema mediante preguntas, las respuestas que recibimos por parte de nuestros alumnos generalmente son poco elaboradas, carecen de análisis y capacidad de argumentación, lo cual indica la necesidad de establecer estrategias didácticas para enfrentar este desafío.
Como asesora pedagógica tuve la oportunidad de presenciar una clase de matemáticas con un grupo de tercero de secundaria donde la mayoría de los alumnos habían sido diagnosticados con Déficit de Atención e Hiperactividad. El aprendizaje del día abordaba el tema de la probabilidad y su relación con los juegos de azar pero, en algún punto de la sesión, un alumno no lograba diferenciar entre azar y probabilidad. Lo que me llamó la atención es que dos compañeros le ayudaron a comprender los conceptos con ejemplos expuestos de manera clara y concisa, incluyendo lo anotado en sus cuadernos. Fue muy emocionante ver cómo ayudaron a su compañero explicando las reglas de los juegos de azar y la situación que presentaba el libro. Se pudo identificar, tras la observación inicial, que estos jóvenes han desarrollado el pensamiento crítico situándose en las habilidades de pensamiento de orden superior dentro de la taxonomía de Bloom.
Con la finalidad de replicar esto en nuestras aulas a continuación se proponen algunas técnicas para aplicar en clase que fortalecen las habilidades de los alumnos hacia la construcción de respuestas bien argumentadas:
a) Integrar una rutina de escritura creativa. No necesariamente debe ser parte de la clase de Lengua Materna, puedes iniciar el día con algún acertijo matemático o proporcionándoles un disparador creativo. Por ejemplo, puedes mostrarles la portada de un libro de aventuras y pedir que escriban en cierto número de renglones sobre qué creen que trata el libro con inicio, desarrollo y cierre. También puedes proponerles un desafío como el siguiente: Imagina que regresaste a la era mesozoica y tienes la oportunidad de escribir un email a tus familiares, pon aquí lo que les escribirías. Te sorprenderá la respuesta de tus alumnos. Si necesitas más ideas te recomiendo el blog de literautas.com
b) Cambia el orden de la instrucción. No necesitas cambiar tus preguntas, modifica levemente las instrucciones para incrementar la participación y obtener las respuestas esperadas. Por ejemplo, en vez de preguntar ¿alguien tiene una duda?, puedes dar la indicación escribe una duda que tengas de lo que hemos visto, si no recibes respuesta trata con instrucciones tipo resume en tres puntos lo visto en clase de esta manera los alumnos se verán en la necesidad de preguntar y/o sintetizar información. Ten paciencia si al principio tardan, verás que pronto harán el hábito de pensar un poco más en sus respuestas y el tiempo empleado para ello irá reduciendo.
c) Pide que escriban su respuesta primero. ¿Cuántas veces al día sucede que cuando hacemos una pregunta regularmente los mismos alumnos participan y retomando lo que dicen, damos por contestada la pregunta? Para crear un espacio donde tus estudiantes puedan dar respuestas más elaboradas solicita que antes de responder verbalmente, la escriban. Dales un tiempo específico. Esto les dará la oportunidad de profundizar en lo que han de compartir dando oportunidad también a los más introvertidos a ensayar sus respuestas antes de expresarlas verbalmente.
d) Usa preguntas de sondeo. Jenn Linning en su artículo Probing Strategy: Using Questions to Develop Student Answers sugiere hacer preguntas de sondeo que apelen al pensamiento crítico del alumno. En su artículo menciona que hay tres tipos de preguntas de sondeo, dependiendo del objetivo: preguntas de aclaración, preguntas para profundizar o preguntar para contextualizar. A continuación se mencionan algunos ejemplos
Preguntas de aclaración:
¿A qué te refieres con eso?
¿Cómo le explicarías esto a alguien de otro grado? ¿y a alguien más chico que tú?
¿Me podrías dar otro ejemplo de ello?
¿Cómo llegaste a esa conclusión?
Preguntas para profundizar:
¿Cómo crees que esto tendrá impacto en…?
¿Qué evidencia tienes de ello?
Esta es una palabra interesante que utilizaste: ¿puedes compartir por qué la elegiste?
¿Qué sentido o relación tiene con…? (idea, tema, paso o proceso relacionado)
Preguntas de contextualización:
¿Cómo crees que habrías respondido si estuviéramos en 1920?
¿De qué manera cambiaría tu respuesta si cambiamos el signo de este número/variable? ¿De qué manera cambiaría tu respuesta si cambiamos el signo de este número/variable?
¿Por qué crees que algunos de tus compañeros pueden no estar de acuerdo con tu respuesta?
Como se percibe, no depende sólo de la pregunta sino cómo la hacemos o la instrucción que damos. Tu planificación de las preguntas es muy importante dado que te dará una idea del nivel de análisis de tus alumnos y a partir de ahí podrás introducir mayor complejidad o hacer cambios en caso de ser necesario. ¿Te ha funcionado alguna otra técnica? Comparte con nosotros.
Referencias
"Probing Strategy: Using Questions to Develop Student Answers -." 6 dic. 2018, https://www.getmygrades.co.uk/probing-strategy-using-questions-to-develop-student-answers/. Fecha de acceso 5 ene. 2022.
Fuente original: redmagisterial.com.