La labor del docente se ha visto desafiada por situaciones derivadas de la prolongada emergencia sanitaria que, en su mayoría, hemos resuelto, o por lo menos adaptado, con el conocimiento de nuestro quehacer docente de la mano de nuevas estrategias y herramientas.
Nos hemos visto sorprendidos por la diversidad de recursos empleados creativamente por los estudiantes en sus entregas. Esta circunstancia parece ser una buena oportunidad para aprovechar el avance que docentes y alumnos llevamos con respecto a la tecnología e idear actividades que permitan el desarrollo de la creatividad y la colaboración entre todos, mientras buscamos la apropiación de los aprendizajes. Para ello te propongo:
a. Planear actividades o proyectos que permitan integrar aprendizajes fundamentales imprescindibles. En la asignatura de Español se ven contenidos como entrevistas, programas de radio, debates, obras de teatro, escritura de diálogos, tutoriales, instructivos, entre otras posibilidades, para favorecer las prácticas sociales de lenguaje. ¿Por qué no integrar esto junto con la clase de historia creando un podcast (en forma de programa de radio) donde invitan a personajes importantes de un periodo histórico específico? ¿O crear una entrevista para recopilar datos que permitan a los alumnos analizar o crear pictogramas, o para los grados más avanzados, medidas de tendencia central o medidas de dispersión? Se puede dosificar este tipo de actividades una o dos veces al mes para iniciar y, conforme avanza el ciclo, aumentar la complejidad y/o el número de actividades.
b. Organizar la clase en equipos para aprovechar las distintas habilidades de los alumnos, de este modo se reparte y potencializa el trabajo de acuerdo con lo que cada uno hace bien, confiriéndoles así el liderazgo de su aprendizaje.
c. Cambiar las entregas a un formato digital. Durante las clases presenciales era común observar en las paredes de la escuela, carteles para distintos fines.
Por ejemplo, para mostrar lo aprendido en clase sobre el tema de anuncios publicitarios o bien, en un proyecto de ciencias vinculado al cuidado del ambiente. Se recomienda que las entregas se efectúen en formato digital. Por ejemplo, Canva Educación, brinda elementos de diseño de uso amigable donde solo se requiere arrastrar elementos a la página principal
y colocar la información necesaria. Este tipo de entregas permite guardar las evidencias de los alumnos en Google Drive y tenerlas a la mano en el momento que se necesiten. Si bien se requiere conexión a internet para elaborar los diseños, te aseguro que usa menos recursos que los necesarios para reproducir un video de YouTube o Vimeo.
d. Compartir con la comunidad educativa el logro de los estudiantes. Ya sea que tus alumnos trabajen en equipo o de manera individual siempre vale la pena mostrar sus logros a la comunidad educativa, como coordinadores, directores o
padres de familia, porque mostrar sus logros es motivador para ellos y permite hacer el cierre cognitivo y metacognitivo de sus trabajos. Una idea es colocar las evidencias en un Sitio de Google; esta herramienta te servirá para crear una página web sencilla, como puedes ver aquí.
Para ello te sugerimos que visualices la estructura de tu página mediante un bosquejo y después pongas manos a la obra. Puedes ir añadiendo páginas, y subpáginas de entregas de tus alumnos y organizando la temática según contenidos o proyectos. Cuando publiques tu sitio, revisa la configuración de visualización ya que se puede restringir a sólo las personas que tengan el mismo dominio donde se creó el Sitio o a personas específicas.
Otra idea es que en conjunto con tus alumnos se alimente el sitio de manera colaborativa. Se puede crear la estructura del sitio para que ellos agreguen información. Con esta herramienta se pueden integrar videos, imágenes, archivos de Drive (presentaciones, documentos, hojas de cálculo) además de calendarios, documentos en formato PDF, formularios y más.
e. Compartir a otros niveles educativos para recibir retroalimentación de la comunidad educativa. Tuve la oportunidad de observar el trabajo de una docente que colaboraba en un mismo Sitio de Google con sus estudiantes. Para cada nuevo contenido, la docente abría una nueva página y solicitaba su edición directamente en ella. Una estrategia interesante es que solicitaba a alumnos de grados superiores leer las entregas y dar una reseña o comentario constructivo sobre los trabajos de sus compañeros. Esto motivó a los alumnos a hacer un trabajo más detallado.
f. Planificar videollamadas con otros alumnos del mismo grado: Si se quiere ampliar la difusión hacia otras comunidades educativas y motivar a los alumnos, se pueden programar videollamadas con docentes de tu zona escolar, que den clases en el mismo grado. La tecnología ha brindado el beneficio de contactar con gente a la distancia. Si el propósito es que los alumnos compartan contenido acerca de su comunidad o conozcan un contexto diferente, pueden crearse redes de docentes de otros estados que también quieran brindar esta experiencia a sus alumnos. Lo que se necesita es planificar el día de la videollamada y los recursos para una sesión exitosa.
g. Contactar a expertos con temas específicos. En alguna ocasión una docente de quinto grado organizó una videollamada con una mujer de la región mazahua. Previamente hizo la planeación y, en conjunto con el grupo, prepararon las preguntas que le harían. El día de la cita virtual ingresaron a la videollamada y los niños hicieron preguntas sobre su ubicación, clima de la región, costumbres, fiestas patronales e incluso preguntas más personales. Por ejemplo, si enseñó la lengua mazahua a sus hijos, qué lugares conoce además de su región o si se sentía orgullosa de ser parte de esta comunidad. La interacción resultó muy provechosa porque los estudiantes mostraron un genuino interés por conocer algunas palabras en mazahua y más acerca de la vida de esta mujer.
Si se tiene la oportunidad de contactar a personas que aporten aprendizaje a los alumnos, pueden consultarse los permisos correspondientes con la dirección y organizar los preparativos. Esto puede ser muy emocionante para ellos porque se crean expectativas sobre la experiencia de la persona que se encuentra del otro lado de la pantalla. Como sugerencia, la sesión debe durar entre 30 y 40 minutos como máximo para hacer la entrevista o exposición amena y respetar el tiempo del invitado.
Estas son solo algunas ideas y probablemente existan otras más para dar la oportunidad a los estudiantes de obtener un aprendizaje integral que permita aplicar lo aprendido en clase y extender los horizontes culturales del grupo. ¿Conoces alguna estrategia diferente que te haya funcionado para fomentar la colaboración y creatividad en tus alumnos? Comparte con nosotros.
Fuente original: redmagisterial.com.