En el contexto educativo la palabra “evaluar” es bastante común, y así debe ser, ya que forma parte esencial del proceso de aprendizaje.
Lo que indica el diccionario
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua define evaluar como: 1. tr. Señalar el valor de algo. 2. tr. Estimar, apreciar, calcular el valor de algo. Evaluó los daños de la inundación en varios millones. 3. tr. Estimar los conocimientos, aptitudes y rendimiento de los alumnos.
Y evaluación como: 1. f. Acción y efecto de evaluar. 2. f. Examen escolar. Hoy tengo la evaluación de matemáticas.
Una interpretación de la evaluación
Por tanto, es posible pensar que continuamente estamos evaluando como una práctica cotidiana que en muchos casos nos da la pauta para actuar. A lo largo del tiempo adquirimos experiencia al evaluar lo que sucede a nuestro alrededor y cómo nos afecta o beneficia.
Como lo apunta Mager3, evaluar es el “acto de comparar una medida con un estándar y emitir un juicio basado en la comparación”. Así, por ejemplo, como consumidores, hacemos comparaciones y elegimos comprar la opción que mejor se ajusta a nuestros estándares.
Desde una perspectiva amplia, podemos decir que evaluamos todo o casi todo, la cuestión aquí son los estándares que utilizamos para hacerlo, la mayoría de ellos son subjetivos y responden a las afinidades con nuestra forma de pensar y actuar, con nuestra cultura, gustos y expectativas.
En muchos casos, para que una evaluación resulte verosímil, o al menos satisfaga un objetivo muy concreto, se requiere del uso de parámetros objetivos (lo cual no siempre es del todo confiable), que resuelven un problema, como es el caso de elegir a los alumnos que se podrán matricular en una universidad por medio de un solo examen.
La evaluación del aprendizaje
En el contexto educativo, se ha avanzado mucho con respecto a la evaluación del conocimiento y del aprendizaje como resultado de la investigación educativa y de los procesos psicológicos del desarrollo de los niños, niñas y adolescentes. La evaluación educativa cobra así importancia por sí misma y requiere ser tratada como un campo especial del quehacer educativo y docente, tanto es así que forma parte esencial de los planes de estudio en nuestro país y el mundo.
En educación, la evaluación no es el objetivo de la enseñanza, aunque en muchos casos se pudiera pensar que sí, ya que parece ser la conclusión de un proceso. Si bien debe formar parte del proceso educativo, es necesario concebirla como un indicador del avance conceptual, que permita determinar si se está procediendo adecuadamente o si es necesario replantear las estrategias y métodos de enseñanza. En este sentido, para que la evaluación sea útil debe ser práctica y viable.
Práctica, porque integra lo que se quiere evaluar y selectiva para analizar el logro personal
Viable, porque utiliza parámetros o instrumentos de aplicación sencilla y a la vez reveladores que muestran cómo y para qué se está aprendiendo.
En la literatura podemos encontrar diversas clasificaciones de la evaluación educativa agrupadas en categorías. Sin más detalles, nos centraremos en la evaluación sumativa y la formativa.
La evaluación en los planes de estudio vigentes
En el presente ciclo escolar se encuentran vigentes los planes de estudio 2011 y 2017, en los diferentes grados de la educación básica, como lo estipula el nuevo plan de estudio 2022, por ende, es preciso resaltar los conceptos con respecto a la evaluación de dichos planes de estudio.
En el plan de estudio 2011, se enfatiza que: “el enfoque formativo deberá prevalecer en todas las acciones de evaluación que se realicen”; sugiere que se involucre en ella a estudiantes, docentes, y madres y padres de familia, con la finalidad de que se mejore el desempeño de los estudiantes.
Por otro lado, menciona tres tipos de evaluación con finalidades específicas: “evaluaciones diagnósticas, […] las formativas, que se realizan durante los procesos de aprendizaje y son para valorar los avances, y las sumativas, para el caso de la educación primaria y secundaria, cuyo fin es tomar decisiones relacionadas con la acreditación…”.
También se hace mención especial a la aplicación de la autoevaluación y coevaluación como eventos de suma relevancia. En el rubro de los instrumentos de evaluación se mencionan varios ejemplos como opciones para llevar a cabo las evaluaciones sumativas y/o formativas, de tal manera que se consigne el progreso de los estudiantes con “una visión cuantitativa y cualitativa.”
Otro aspecto digno de rescatar es que: “una calificación o una descripción sin propuestas de mejora resultan insuficientes e inapropiadas para mejorar su desempeño”.
El plan de estudios 2017, aporta una descripción y justificación más detallada acerca del proceso de evaluación que no se contrapone con lo mencionado en el anterior plan de estudios, más bien se complementa. Cabe señalar algunos aspectos significativos de este documento.
Se hace hincapié en que la planeación y la evaluación son procesos que se diseñan y se siguen de manera simultánea “una secuencia didáctica no estará completa si no incluye la forma de medir el logro del alumno”. También se valora la retroalimentación y la importancia de ella.
A diferencia del plan de estudio anterior, en este caso se hacen recomendaciones especiales para la evaluación de cada una de las asignaturas, donde se toma en cuenta sus particularidades.
Queda claro que en ambos planes de estudio la recomendación es seguir un modelo de evaluación formativa que incluye a la evaluación sumativa y que implica el uso diversos instrumentos para llevarla cabo. Dentro de estos instrumentos está considerada la aplicación de exámenes como otra más de las evidencias de aprendizaje, pero no como la única ni la más importante.
Lo que aporta el Plan de estudio 2022 en términos de evaluación
El nuevo plan de estudio aborda el aspecto de la evaluación comenzando con algunas consideraciones y afirmaciones acerca de la misma, en el sentido de que en los planes anteriores se pondera a la calificación obtenida mediante “pruebas estandarizadas o mediante la obtención de un número asignado por porcentajes relacionado con las evidencias que arrojen diferentes tareas para promediarse al final del proceso”. Estas consideraciones no resultan correctas debido a que, como ya se mencionó antes, desde el plan de estudio 2011 la evaluación formativa es la pauta a seguir para evaluar el avance conceptual de los estudiantes.
Se hace hincapié en que la evaluación de los aprendizajes y la acreditación de los mismos responden a dos momentos diferentes. Al igual que los planes anteriores la evaluación formativa es fundamental: “El primer momento responde a una evaluación formativa que se centra en el seguimiento que realicen las profesoras y profesores del proceso de aprendizaje…”.
Un aspecto significativo que se deja entrever, pero no se explicita en los planes anteriores, es que se debe tomar en cuenta al error como una oportunidad de aprendizaje valiosa: “Un aspecto central de la evaluación formativa es trabajar con el error de las y los estudiantes en una estrategia didáctica para interpretar el sentido del error y acordar una estrategia de acción.”
Con respecto a la acreditación que no se menciona en los planes anteriores, dice: “El segundo momento es la acreditación que tiene como función sustentar el otorgamiento tanto de calificaciones como de certificados de acuerdo con el juicio que hagan maestras y maestros de todo el proceso de enseñanza y aprendizaje, así como de las condiciones en las que las y los estudiantes hayan avanzado en éste”.
Además apunta, lo que en mi parecer es una contradicción con lo que sustenta el documento con respecto a la evaluación formativa: ”La calificación se construye con la interpretación que las y los docentes y, en su caso, las y los estudiantes puedan hacer de una serie de evidencias que se logran materializar en exámenes, entrega de trabajos, tareas que se solicitan, cuestiones que incluso se pueden agrupar en un portafolio de evidencias para determinar la asignación de un número/calificación que requiere el sistema educativo”.
En la práctica, el verdadero reto de evaluar para los profesores
La evaluación y la calificación no son lo mismo. La evaluación implica darse cuenta de si se ha aprendido, si las explicaciones que los estudiantes dan al mundo son más precisas y fundamentadas, si tienen más elementos de juicio y si son capaces aplicar dichos conocimientos nuevos. La calificación implica la asignación de una escala que mide el desempeño del estudiante, más en el sentido de comparación como apunta Mager. En ambos casos hay margen para el error y los docentes se enfrentan a esta situación con cada entrega de boletas de evaluación.
Ninguno de los planes de estudio describe en detalle los parámetros que se solicitan a los docentes para llevar a cabo la evaluación, la calificación, y por ende la elaboración de las boletas. Es la Dirección General de Acreditación Incorporación y Revalidación (DGAIR) en conjunto con la Dirección General de Desarrollo Curricular (DGDC) quienes proporcionan dichos criterios.
El 1º de noviembre, se emitió el oficio mediante el cual se indican las disposiciones de evaluación. En virtud de que todavía no se ha concluido para algunos estudiantes el proceso del periodo extraordinario de recuperación 2021-2022 y que es necesario emitir una evaluación para el primer periodo del ciclo 2022-2023, habrá que tomar en cuenta dos criterios diferenciados.
En el primer caso, los lineamientos se apegarán al acuerdo 11/06/22. El periodo concluye el 30 de noviembre y se “otorgará una calificación global del grado o asignatura correspondiente al ciclo 2021-2022. Dicha calificación no podrá ser inferior a 6”.
En el segundo caso que es el periodo que está por concluir del ciclo 2022-2023, se restablecen las normas para la evaluación del acuerdo 11/03/19, vigentes antes de la emergencia sanitaria, con la indicación de que “no será considerado el criterio de asistencia del 80 %” para algunos grados.
En este orden de ideas, cabe preguntarse. Con base en las indicaciones que emite la autoridad para elaborar las boletas de evaluación ¿se cumple con las ideas y filosofía de evaluación vertidas en los planes de estudio? Cada maestro o maestra deberá responder a esta pregunta y conjuntar todo ello en las evaluaciones que haga de sus estudiantes.
En lo referente a la entrega de boletas y de las consideraciones de la evaluación formativa en el sentido de proporcionar a los estudiantes la oportuna retroalimentación de su proceso de aprendizaje, ¿existe algún momento en que se reevalúe a los estudiantes con base en la retroalimentación y esto implique que se modifique una calificación? Me parece que no, y sería un hecho digno de tomarse en cuenta si existiera.
Finalmente es preciso decir y reconocer la labor de todas y todos los docentes del país que son los pilares de la educación en México y que, sin eventos multitudinarios, discursos, ni demagogia, se comprometen todos los días con sus alumnos y alumnas, que establecen con claridad y precisión cuáles son los criterios que llevan de la evaluación formativa a una calificación de sus estudiantes y plasmarlas en un papel, que se integran con su comunidad por medio de las familias y en especial que van dejando lo mejor de ustedes en sus grupos.
Bibliografía
1. “Real Academia Española, evaluar” en: https://dle.rae.es/evaluar
2. “Real Academia Española, evaluación” en: https://dle.rae.es/evaluaci%C3%B3n?m=form
3. Mager, R. (1975). Medición del intento educativo. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Guadalupe.
4. “¿QUÉ SIGNIFICA EVALUAR?“ en:
5. “Evaluación de los aprendizajes en el aula” en:
6. “Marco de referencia europeo para el aprendizaje, la enseñanza y la evaluación de lenguas, capítulo 9. La evaluación” en: https://www.um.es/glosasdidacticas/GD14/mcerl/cap09.pdf
7. “LA EVALUACIÓN EDUCATIVA: CONCEPTO, PERÍODOS Y MODELOS” en:
8. “Diario oficial de la federación, ACUERDO número 14/08/22 por el que se establece el Plan de Estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria” en:
9. “Acuerdo número 592” en:
10.“Aprendizajes clave para la educación integral” en:
11. “DOF, Anexo del acuerdo 14/08/22” en:
12. Oficio No. DGAIR-DGDC/379/2022 en:
14. “ACUERDO número 11/03/19 por el que se establecen las normas generales para la evaluación del aprendizaje, acreditación, promoción, regularización y certificación de los educandos de la educación básica” en:
Fuente original: redmagisterial.com.