Al iniciar un nuevo ciclo escolar conviene recordar que cada aula presencial es un espacio físico en el que convergen estudiantes y docentes que interactúan varias horas al día con el fin de realizar diversas actividades educativas vinculadas a los procesos de enseñanza y aprendizaje. Habitualmente, en el salón de clases se presentan diversas situaciones que pueden dificultar esta interacción dando como resultado que los objetivos de aprendizaje no se cumplan o que se genere en ambiente hostil. En su libro Enseñar como un campeón, Doug Lemov (2010) nos comparte sus ideas sobre la importancia de establecer una cultura de aula que incluya un plan de acción, orientado a la intervención docente para actuar en situaciones de conflictos derivados de comportamientos que atenten contra el respeto y la sana convivencia entre los estudiantes.
A continuación te compartimos algunos aspectos que el autor considera indispensables para crear un plan de cultura de aula que permita un ambiente positivo y efectivo para el aprendizaje:
Normas de convivencia: inicialmente, presenta dos acuerdos y el resto se establecen en conjunto con los estudiantes de manera que ellos se involucren con mayor compromiso con las normas. Una vez acordados, los enunciados pueden anotarse en una hoja de rotafolio que quede a la vista de todos y donde el docente pueda apoyarse para recordar las normas al inicio de la clase. Por ejemplo:
“Llegar temprano a la clase”
“Levantar la mano cuando desea participar”
“Tener una actitud positiva y disposición para trabajar en equipo”
Consecuencias positivas y negativas: establece cómo se premiará el buen desempeño de los estudiantes de manera individual o grupal; puedes otorgarles participaciones extra o, si todo el grupo logra la meta, se les puede premiar con algún tiempo de diversión. En caso de incumplimiento de las expectativas acordadas, entonces las consecuencias deben quedar claras, por ejemplo, cuando se hacen acreedores a una sanción como una tarea extra. La idea de establecer consecuencias lógicas es mantener una alta expectativa de compromiso para la clase.
Rutinas: indica los procesos o pasos que deben realizan los estudiantes en diferentes situaciones de clase, como la entrada al salón, el uso y cuidado de los materiales, el trabajo colaborativo, los turnos de participación, entre otras situaciones que sean comunes en el horario de clase.
Sistema de seguimiento: mostrar el desempeño de los estudiantes es favorable para tener un referente de sus logros y a su vez identificar si necesitan mejorar. Los sistemas de seguimiento pueden ser organizadores visuales que se coloquen en un área del salón.
Una cultura de aula sólida es una oportunidad para que el profesor y los estudiantes puedan fluir en las actividades con interacciones constructivas, algunas de ellas pueden trabajarse con todo el grupo y otras será necesario abordarlas de manera individual para favorecer el buen comportamiento sin dañar la autoestima.
Para finalizar, te compartimos un formato para que elabores tu propia cultura de aula y la implementes en tu curso actual.
Puedes consultar el libro Enseñar como un campeón de Doug Lemov donde encontrarás más información sobre este tema y algunas técnicas para implementar en tu aula de clase.
Referencias
Lemov, D. (2010). Enseña como un campeón: 49 técnicas de enseñanza para colocar a tus alumnos en la ruta del éxito (Teach like a champion: 49 techniques that put students on the path to college). México: Limusa-Wiley.
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